¿POR QUé FALLAN LAS IGNIFUGACIONES?

¿Por qué fallan las ignifugaciones?

¿Por qué fallan las ignifugaciones?

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Errores comunes en estructuras metálicas


Las estructuras metálicas son esenciales en la construcción moderna, pero su resistencia al fuego depende de técnicas especializadas. A continuación, analizamos los errores más frecuentes que comprometen su eficacia.

Fallas en la selección de materiales para ignifugaciones


Uno de los errores más críticos al implementar ignifugaciones es la elección incorrecta de materiales. Muchas empresas optan por productos de bajo costo sin verificar su compatibilidad con el acero o su resistencia real al fuego. Por ejemplo, algunos revestimientos intumescentes pueden degradarse prematuramente en ambientes húmedos, reduciendo su capacidad de expandirse y proteger la estructura. Además, ignorar las especificaciones técnicas del fabricante, como el espesor requerido o el método de aplicación, deriva en capas desiguales que dejan áreas vulnerables. Otro problema recurrente es no considerar la carga térmica específica del edificio: una ignifugación diseñada para resistir 60 minutos no será suficiente en un espacio con riesgos de incendios prolongados. Para evitar esto, es vital realizar un análisis previo de las condiciones ambientales y las normativas locales, asegurando que los materiales cumplan con estándares internacionales como la ISO 834.

Errores técnicos al ignifugar estructura metálica


El proceso de ignifugar estructura metalica requiere precisión técnica, pero es común observar fallas durante la aplicación. Un error frecuente es la preparación inadecuada de la superficie: el acero debe estar libre de óxido, grasa o polvo para garantizar la adhesión del revestimiento. Si se omite este paso, el material ignífugo se desprenderá bajo altas temperaturas. Otro problema es la aplicación inconsistente, como usar equipos inapropiados (pinceles en lugar de pistolas neumáticas) o no respetar los tiempos de secado entre capas. Además, algunos equipos subestiman la importancia de proteger juntas y conexiones, puntos críticos donde el fuego penetra con facilidad. Para solucionarlo, se recomienda capacitar a los aplicadores en técnicas certificadas y supervisar cada etapa del proceso, desde la limpieza hasta el control de calidad final.

La ausencia del certificado de ignifugación


Omitir el certificado de ignifugación es un error grave con consecuencias legales y de seguridad. Este documento avala que los materiales y métodos utilizados cumplen con las normativas vigentes, como el Código Técnico de la Edificación (CTE) en España. Sin él, las autoridades pueden rechazar la ocupación del inmueble o imponer multas. Además, en caso de incendio, la falta de certificación complica las reclamaciones a las aseguradoras. 

 

Muchas empresas evitan este trámite por ahorrar costos o tiempo, pero esto genera desconfianza en clientes y colaboradores. Para obtener el certificado, es indispensable contratar a laboratorios acreditados que realicen ensayos de resistencia al fuego, como la prueba de horno, y emitan informes detallados. Solo así se garantiza que la estructura cumple con los tiempos de protección requeridos.

Falta de mantenimiento en las ignifugaciones


Las ignifugaciones no son un sistema "instalar y olvidar". Con el tiempo, factores como la humedad, los golpes o la exposición a químicos degradan su eficacia. Un error común es no programar inspecciones periódicas para detectar grietas, desprendimientos o cambios en la coloración del material, señales de alerta temprana. Tampoco se deben ignorar las reformas en el edificio: añadir nuevas instalaciones eléctricas o tuberías puede dañar los revestimientos existentes. Para mantener la protección, se sugiere realizar revisiones anuales y reparaciones con productos compatibles con el sistema original. Incluso pequeñas fisuras deben atenderse de inmediato, ya que el fuego se propaga rápidamente por zonas debilitadas.

Ignorar las cargas estructurales al ignifugar estructura metálica


Al ignifugar estructura metálica, algunos equipos no calculan cómo el peso adicional afecta la estabilidad del edificio. Los revestimientos ignífugos, especialmente los cementosos, pueden añadir toneladas de carga a las vigas y columnas. Si no se evalúa este factor durante el diseño, se generan tensiones que derivan en deformaciones o, en casos extremos, colapsos. Para evitarlo, ingenieros y arquitectos deben colaborar desde la fase de planificación, seleccionando materiales ligeros (como morteros de vermiculita) o ajustando los soportes estructurales. Además, es clave verificar que la aplicación no obstruya sistemas críticos, como ventilación o cableado, que requieren acceso futuro.

Invalidar el certificado de ignifugación por modificaciones no autorizadas


Realizar cambios en la estructura sin actualizar el certificado de ignifugación invalida su validez. Por ejemplo, si se perfora una viga para instalar equipos o se modifica su geometría, la protección original queda comprometida. Muchos propietarios desconocen que estas alteraciones exigen nuevos ensayos y documentación. Lo mismo aplica al renovar recubrimientos: usar un producto distinto al certificado sin aprobación técnica puede reducir la resistencia al fuego. Para mantener el cumplimiento

, toda modificación debe comunicarse a los organismos competentes y respaldarse con pruebas actualizadas que aseguren que la seguridad no se ve afectada.

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